Introducción
La revista Comunicación y Hombre ha decidido sacar un monográfico sobre la persona y la obra del profesor y erudito Marshall McLuhan. Su obra ha sido un referente en el estudio de la comunicación y pionera en muchos aspectos. Por ello, se han escrito muchos artículos científicos sobre la misma. Además, la revolución de internet y, sobre todo, de las redes sociales, ha llevado al extremo algunos de los puntos que el avanzaba sobre los conceptos de aldea global y de la importancia del medio (“el medio es el mensaje”). Por tanto, se entiende la gran relevancia de volver la mirada sobre el detalle que nos planteaba, mirando hacia su ajuste o modificación en esta nueva revolución del conocimiento, pero también de las relaciones sociales.
Aunque todas las miradas están centradas en su obra y en su adaptación futura, sobre todo en artículos sobre las redes sociales (Graciyal, D. G., & Viswam, D. (2018; Lo Verde, F. M. (2018); Udenze, S. (2019); Velásquez, A. (2018)), creemos que no estaría de más el volver la mirada al pasado y contrastar si alguna de sus ideas reflejaba correctamente la realidad o no. En concreto, nos centramos primero en uno de sus ejes principales, que era que de la aldea tribal de tradición oral se había pasado a la hegemonía de la comunidad de comunicación escrita y que la imprenta, primero, y la radio y televisión, después, habían producido una vuelta al origen, una “retribalización”,
al interconectar a todos los miembros de la comunidad, sobre todo los últimos medios de comunicación de masas, pero a escala global, planetaria.
La pregunta que nos surge es: ¿No se había producido nunca una revolución similar antes? ¿Todas las pequeñas comunidades estaban aisladas en cuestión de comunicación, viviendo como guetos superpuestos en las organizaciones políticas más complejas como
los imperios de China, de la India o en el imperio romano? Del mismo modo, si los medios de comunicación habían jugado un papel crítico, es legítimo preguntar si no había habido un precedente similar al respecto en el mundo de la antigüedad clásica.
Curiosamente, no hemos encontrado estudios en este sentido, buscando posibles aplicaciones o adaptaciones de las teorías de McLuhan antes de su formulación, por lo que nuestra colaboración se centra en internar aportar algo de luz al respecto, aunque circunscrito al ámbito occidental, dejando las grandes culturas de Asia o de la América precolombina fuera. Vaya por delante que las comparaciones históricas siempre son forzadas, porque cambian tantos elementos, que es difícil realizar un trabajo riguroso en un artículo limitado para una revista. Sin embargo, ayuda mucho a la comprensión de la realidad el buscar precedentes, aunque lejanos, y contrastar las nuevas teorías con las situaciones históricas que tenemos muy bien documentadas.