Resumen
Hoy se generan más de 1700 billones de bytes de datos por minuto. El uso de los Datos en la Comunicación y el posible enriquecimiento que aporta desde el punto de vista del humanismo, es una cuestión que muchos investigadores se han planteado. Serán los Datos quienes nos conduzcan hacia nuevas formas de comunicación o será siempre el hombre quien conducirá la comunicación. ¿Data drive o human drive? Trabajar con grandes cantidades de Datos es lo que ha permitido el desarrollo de la llamada Inteligencia Artificial y su aportación cada vez mayor en el Aprendizaje Profundo, con el uso de redes neuronales. La comunicación llamada Data Comunicación, es aquella basada en el uso de bases de datos: DB y especialmente de BDB, Big Data, relacionada con el Open Data, Company Data, Textual Data… La DATA Comunicación, implica el aprovechamiento de un conjunto de grandes cantidades de datos clasificados y organizados de tal forma que pueden ser encontrados con gran rapidez y facilidad, que pueden llegar a ser datos muy heterogéneos en el caso del Big Data. ¿Cuál es el reto de la Data Comunicación?
Abstract
Today, more than 1700 billion bytes of data are generated per minute. The use of DATA in the Communication and the possible enrichment that it brings from the point of view of humanism, is an issue that many researchers have raised. Either data will lead us to those new forms of communication or man will always lead the communication. Data drive or human drive? Working with large amounts of data is what has allowed the development of the call based on Artificial Intelligence known as Deep Learning. The communication called DATA Communication, is that based on the use of databases: DB and especially BDB, Big Data, related to Open Data, Company Data, Textual Data … DATA Communication implies the use of a set of large amounts of classified and organized data in such a way that they can be found very quickly and easily, which can become very heterogeneous data in the case of Big Data. What is the challenge of Data Communication?
1. Introducción
A través del uso de Datos en la propia investigación algunos ven la ruptura de la frontera entre estudios cuantitativos y cualitativos, superándose así la fábula de Bertrand Russell sobre el pavo que de forma inductiva llegó a la concusión, tras estar una gran cantidad de días observando el mismo hecho, que dado que todos los días comía a las 9, estaba claro que a las 9 siempre comía, hasta que: «la víspera de Navidad, en vez de darle comida, le cortaron el cuello» (Russell, 1982/2013). La muestra cuantitativa que puede alcanzarse gracias al big data es tan grande (puede llegar al 100%), que se hace más fácil aventurar hipótesis en el ámbito social humano relacionándolas con estudios cualitativos. Así que aunque el pavo seguirá sin saber por qué una víspera de Navidad no comió, tal vez podría haber comprendido y relacionado muchas más cosas los días previos a que le cortaran el cuello.
Los Datos son la reproducción simbólica, de un atributo o variable cuantitativa o cualitativa; según la RAE «Información sobre algo concreto que permite su conocimiento exacto o sirve para deducir las consecuencias derivadas de un hecho». Etimológicamente proviene del latín datum: lo que se da. Actualmente los datos se relacionan con bases de datos, bancos de datos, procesamientos de datos…
El uso de Datos en la Comunicación, en un primer enfoque, alejaría la comunicación de vertientes que implican un desarrollo comunicativo basado en las emociones y en las libres y directas percepciones humanas, más ligadas a los sentidos; el almacenamiento de los Datos y el uso de los mismos se asocian a grandes máquinas que sustituyen al cerebro humano y a aspectos más intuitivos, afectivos y espirituales del hombre.
En un segundo acercamiento, sin embargo, el uso de Datos en la Comunicación podría presentar las claves para un nuevo impulso a la razón humana, la emoción, la intuición y la búsqueda de un sentido vital, de la verdad. Los Datos pretenden aportar fiabilidad, transparencia y la persecución positiva de nuevos puntos de vista, de cambio, no solo de ideas y planteamientos, sino también, a través de esa mayor profundización, de una nueva implicación con la realidad circundante y una novedosa llamada a la acción de búsqueda.
Los Datos son números, pero los números no son solo estadísticas, porcentajes o escalas, corroboran sospechas, intuiciones humanas, dudas, equilibrios y desequilibrios. Parece factible que a través del big data pudiera ser cierta la posibilidad que planteaba el sociólogo William Bruce Cameron:
«Sería bueno si se pudieran enumerar todos los datos que requieren los sociólogos porque entonces podríamos ejecutarlos a través de máquinas IBM y dibujar gráficos como lo hacen los economistas. Sin embargo, no todo lo que se puede contar cuenta, y no todo lo que cuenta se puede contar» (Bruce Cameron, 1963).
Aunque tal y como termina la cita volvería a acercarse a la idea de que los Datos nunca podrán dominar la realidad y aún menos la humana. Basada en la vida real del matemático John Forbes Nash, en la película «Una mente maravillosa», el investigador dice que «Es solamente en las misteriosas ecuaciones del amor donde se puede encontrar toda razón lógica. Yo estoy aquí gracias a ti» (Beautiful mind, 2001).
Desde Da Divina proportione, el tratado de Luca Pacioli de 1509 sobre las aplicaciones del número áureo, «llamada así por sus propiedades excelsas, supremas, excelentísimas, incomprensibles, inestimables, innumerables, admirables, inefables, singulares …, que corresponde por semejanza a Dios mismo» (Pacioli, 1509/2017), de la sección aúrea, a los números irracionales como el número Pi, los números, las matemáticas, los algoritmos y los datos, finalmente tienden a rebelarse a la propia lógica y racionalidad. Se alejan de la definición del profesor de informática Ricardo Peña «Conjunto de reglas que, aplicada sistemáticamente a unos datos de entrada apropiados, resuelven un problema en un numero finito de pasos elementales» (Peña Marí, 2006), y están más cerca de Srinivasa Ramanujan el matemático creyente, que decía que sus teoremas eran de inspiración divina «no soy yo quien piensa estas fórmulas» (The man who kew infinity, 2015).
Se habla de periodismo de datos, de data advertising, de data content y de comunication management, data-driven marketing…
El uso de los Datos abre nuevas posibilidades de pasar de lo general a lo particular. Es curioso que tras los algoritmos, los números infinitos, se esconda la oportunidad de llegar al UNO, al único e intransferible. Leon Lederman, el físico premio Nobel, en su libro dedicado a la partícula divina, así lo describió: «esta historia es sobre el universo y, desafortunadamente, no hay Datos sobre el Principio. Ninguno, cero. (…) Cuando lees o escuchas cosas sobre el nacimiento del universo, se trata de invenciones. Estamos en el dominio de la filosofía. Solo el Todopoderoso sabe lo que sucedió al Principio» (Lederman y Teresi, 1993/2012).
La inequívoca inaprensible verdad de lo intangible que encuentra una razón de ser de las cosas, de los números, de los datos, que es independiente y ajena a la propia realidad de los mismos. Así lo expresó el matemático británico Marcus du Sautoy «Soy un platónico de corazón y que creo que encontrarás que la mayoría de los matemáticos lo son. Creo que 17 es un número primo, independientemente de si hay seres humanos cerca que demuestren ese hecho» (Sautoy, 2018).
La Data Comunicación marca la frontera entre la comunicación de masas, de los mass media y la comunicación personalizada, conectada por la Web y por las redes sociales.
Regresamos a las pequeñas aldeas de la comunicación primitiva del tú a tú. Una especie de vuelta atrás en una máquina del tiempo que ya predijo el visionario científico y espiritual Marshall MacLuhan: la aldea global «La nueva interdependencia con la electrónica reproduce un mundo a imagen de una aldea global» (McLuhan, 1964).
Los datos encuentran nuestros perfiles, nuestros intereses, nos nominalizan, nos vuelven a poner un nombre, un rostro y por qué no: un corazón y un alma.
Nada más lejos de los números tatuados en los brazos de los condenados judíos: «al hombre del lager se le puede quitar todo, excepto una sola cosa: la última libertad humana de enfrentarse espiritualmente, de una forma u otra, a la situación impuesta» (Frankl, 1946/2015). En la misma línea de aquello que se “escapa” a los datos, Javier Prades en La razón ¿enemiga del misterio?, plantea la historia de aquel director general que no pudiendo ir a un concierto de la Sinfonía no8 Inacabada, de Schubert, regala su entrada al jefe de personal y éste, creyendo que debía seguir haciendo su trabajo incluso como espectador, después del concierto le entrega un informe, intentando optimizar los números y aportando datos concluyentes,
- durante considerables períodos de tiempo los cuatro oboes no hicieron nada, debería reducirse su número y distribuir su trabajo entre el resto de la orquesta, eliminando con ellos picos de empleo;
- los doce violines tocan la misma nota, por lo que la plantilla de los violinistas debería reducirse drásticamente;
- no sirve para nada que los instrumentos de viento repitan sonidos que han sido ya interpretados por las cuerdas;
- si tales pasos redundantes se eliminasen, el concierto podría reducirse a un cuarto;
- si Schubert hubiese tenido en cuenta estas indicaciones, habría terminado la sinfonía (Prades, 2007).
Datos y números contrapuestos a la emoción, al pensamiento del hombre, amenazando su libertad, así lo decía Orwell en 1984: «Después de todo, ¿cómo sabemos que dos más dos son cuatro? ¿O qué la fuerza de gravedad realmente existe? ¿O que el pasado es inmutable? ¿Qué pasa si el pasado y el mundo exterior existen solo en tu mente y tu mente está bajo control?» (Orwell, 1948/2016).
Se ha temido siempre el mundo de los datos como un mundo que nos aleja de la humanidad, del humanismo, pero eso no es cierto o no tiene porqué.
El humanismo tiene mucho que hacer en este campo Data, pero debe actuar, entrometerse, comprender, estudiar, analizar y finalmente jugar a favor.