1. Introducción
El periodismo y la creación de contenidos se han convertido en piedra angular de la Sociedad de la Banda Ancha (Fondevila Gascón, 2008 y 2012a), caracterizada por la necesidad de universalidad y garantía del acceso a la red y el acuerdo entre medios de comunicación y empresas informativas con los operadores de telecomunicación y empresas tecnológicas para convertir en sostenible y rentable el flujo de contenidos que se genera. Internet está reconfigurando las relaciones humanas y empresariales, de forma la manera como se crean y se distribuyen los contenidos en red adquiere un rol pre-dominante a la hora de analizar el nuevo medio.
Partimos del axioma de que Internet es hegemónico (Berners-Lee y Fischetti, 2000) como nuevo ecosistema comunicativo. Los beneficiarios son el periodismo y las ciencias de la comunicación en general, en diversos frentes. En el más clásico de los mass media, el declive en la cantidad de lectores de las versiones en papel se compensa gracias al crecimiento acelerado de ciberlectores y al advenimiento de nuevos medios de comunicación en clave local. La relativamente asequible sostenibilidad financiera de los modelos de negocio periodísticos digitales (Fondevila Gascón, Sierra Sánchez y Del Olmo Arriaga, 2011) alimenta la irrupción de iniciativas de proximidad (Fondevila Gascón, 2010b), que aportan un yacimiento de ocupación cuyos efectos se deberán observar a largo plazo.
Por otra parte, la industria de contenidos y tecnológica contempla en las redes sociales un foco de negocio y de oportunidades impensable a finales del siglo pasado. La figura del community manager se generalizará en la mayor parte de empresas, y si no lo ha hecho ya es a causa de la recesión económica, que atenaza a muchos países. Ese nexo entre agudeza en la generación de contenidos y visión comercial da lugar al social commerce, es decir, la traslación rentabilizadora, la monetización, de los ingentes esfuerzos que llevan a cabo las empresas en redes sociales, en social media. En el caso de los periódicos, la versión optimizadora es el social journalism commerce, siempre preservando los principios de independencia y de calidad de contenidos, pero tratando de vincularlos a soluciones comerciales.
El periodismo se reactiva, pues, a raíz del darwinismo tecnológico. El nuevo gestor de conocimiento, el nuevo knowledge manager de la economía digital, es el creador de con-tenidos, ya que deviene figura principal en la intensa y directa relación entre la empresa y el consumidor, primero convertido en prosumidor (consumidor y productor de contenidos) y luego en crossumer (consumidor autónomo, informado, exigente y muy crítico a la hora de decantarse por un producto o servicio adquirido gracias a la navegación en la red).
En la parte periodística más clásica, Internet, junto con la televisión, se ha convertido en la principal fuente de noticias nacionales e internacionales en acontecimientos de relevancia. Un ejemplo son las campañas electorales de 2008 y 2012 en los Estados Unidos de América, con la victoria de Obama. En el primer caso, una encuesta del Centro de Investigación Pew1 reflejó que el 40% de los norteamericanos consultó las noticias sobre asuntos nacionales e internacionales a través de Internet, creciendo sustancialmente con relación al año anterior. La mayor dependencia de los diarios para informarse y la apuesta del 59% de los menores de 30 años por Internet para informarse apuntaban tendencias.
De hecho, la intersección entre Internet y televisión, entronizada gracias al estándar HbbTV (Hybrid Broadcast and Broadband Television) (Fondevila Gascón, 2012b), está generando una inclinación hacia la televisión no lineal, consumida en buena parte gracias al streaming. La tendencia del mercado consiste en explotar y compartir los contenidos en ambos medios (Abertis Telecom, 2012), el televisivo e Internet, que convergen en los mismos soportes y en movilidad. El crecimiento de los smartphones y las tabletas y el advenimiento de las phablets (híbrido entre smartphone y tableta) es testimonio de los nuevos usos de la comunicación, que impulsan el periodismo ciudadano. Los contenidos que fluyen desde la sociedad civil gozan de más facilidad técnica, de más inmediatez, de más posibilidades de entregabilidad. Y ello, en un contexto en el que el lector o consumi-dor tiende a informarse a través de medios virtuales, concede al periodista ciudadano un recorrido interesante, como fuente del periodismo profesional