Resumen
El presente artículo tiene como principales objetivos examinar las tendencias en el uso del social media entre los estudiantes universitarios y estudiar la percepción que tienen los usuarios sobre el uso que, de sus datos, realizan las empresas en Internet. Tras la realización de un cuestionario a una muestra de alumnos entre 18 y 30 años, los principales resultados que arroja la investigación nos muestran cómo los jóvenes son conscientes de que su actividad en la Red está siendo monitorizada. Una gran mayoría acepta este hecho, no sin remarcar que procuran controlar los contenidos que suben a las redes. En el análisis de correlación de variables observamos que el sexo no influye sobre los resultados obtenidos, sin embargo, sí existen relaciones de manera moderada entre la variable edad, la actividad de los usuarios y el tiempo que pasan en redes.
Abstract
The main objective of this article is to examine the trends in the use of social networks among university students and study the perception that users have about the use that companies make of their data on the Internet. After completing a questionnaire for a sample of students between 18 and 22 years old, the main results of the research show us how young people are aware that their activity in the network is being monitored. A large majority accept this fact, not without emphasizing that they try to control the content that goes up to the networks. In the correlation analysis of variables we observe that sex does not influence the results obtained, however, there are moderate relationships between the age variable, the activity of the users and the time they spend in the networks.
1. Introducción
El estudio Digital in 2019 elaborado por Hootsuite (2019) señala que, sobre un total de 7.676 millones de habitantes, 5.112 millones son usuarios de móvil (un 67% de la población mundial) y un 57% (4.338 millones de personas) son usuarios de internet. En España, el porcentaje de penetración es aún más alto, de los 42,46 millones de habitantes del país, más de 42 millones afirman conectarse regularmente a internet, lo que representa un porcentaje de penetración que supera ampliamente el 90%. Según los datos de esta plataforma, los españoles usan internet, independientemente del dispositivo, una media diaria de 5 horas y 18 minutos. Tiempo que reparten en redes sociales (una hora y 39 minutos de media), streaming y vídeo bajo demanda (2 horas y 54 minutos) y escuchando música (42 minutos de media).
Del total de internautas españoles, un 60% se consideran usuarios activos en redes sociales. El estudio Uso y actitudes de consumo de contenidos digitales de la ONTSI (2017) un 40,5% se conecta diariamente a estas plataformas. La mayoría (50,6%) lo hace a través de dispositivos móviles quedando el ordenador relegado a una segunda posición con un 20% de conexiones. Los estudiantes universitarios, población objeto de estudio en esta investigación, destacan, junto con el grupo de edad de 25 a 34 años, como usuarios intensivos de contenidos en la Red. La propia ONTSI, en su estudio sobre el perfil sociodemográfico de los internautas. Análisis de datos del INE 2018 (Urueña et al., 2018) apunta que el 98,8% de los estudiantes españoles de educación superior universitaria utiliza internet en alguna ocasión, siendo un 97,4% los que usan este medio semanalmente.
Con respecto a las plataformas y redes más usadas, el estudio Digital 2019 señala que Youtube, Whatsapp, Facebook e Instagram son las más usadas, mientras que, ya centrados en la franja de edad entre 16 y 30 años, el Estudio sobre redes sociales en España elaborado por IAB (2018) señala que son Youtube e Instagram las plataformas con más uso.
Cabe destacar que los actuales universitarios son jóvenes que han nacido entre la segunda mitad de la década de los noventa y los primeros años del siglo XXI. Una generación que desde la sociología se define como generación Z y que, tal y como resumen Fernández y Fernández (2016) comparten algunos rasgos: expertos en la comprensión de la tecnología, realizar varias tareas a la vez, rapidez e impaciencia, interactivos y resilientes.
El estudio Jóvenes en el mundo virtual: usos, prácticas y riesgos elaborado por la Fundación Mapfre y la FAD (Megías Quirós y Rodríguez San Julián, 2018) apunta que los jóvenes españoles observan muchas ventajas en el uso de internet, entre ellas, valoran la facilidad que ofrece internet para mantener el contacto con personas que están lejos (65,40%), mejoran las relaciones personales (34,4%), permiten la posibilidad de desinhibirse, perder la vergüenza y decir cosas que no te atreves a decir cara a cara, diversión o entretenimiento (31,8%) o facilitan crear planes, quedadas o convocatorias (30,7%). Por contra, el mismo informe señala que más del 50% de los encuestados se ha sentido saturado por el uso de internet y/o redes sociales hasta el punto de necesitar desconectarse.
Conviven, por tanto, dos tendencias. La conexión permanente, frente a una cierta madurez en el uso de las tecnologías. El estudio realizado por Vorderer, Krömer y Schneider (2016) refleja que la principal motivación de los usuarios es estar más conectado, por encima del medio a través del que se realice (web o smartphone). Los estudiantes preferían dejar los dispositivos junto a ellos mientras descansaban, sintiendo la repentina necesidad de responder rápidamente a los mensajes. Aunque el dato más relevante es la respuesta emocional alta sufrida cuando los usuarios perdían la conexión a internet. Más centrado en el ámbito local, el estudio Juventud y redes sociales: Motivaciones y usos preferentes (Colás-Bravo, González-Ramírez y De-Pablos-Pons, 2013) concluye que no existen diferencias significativas entre sexo en cuanto a frecuencia de uso, pero sí en las motivaciones para su acceso. Las de los chicos, de corte emocional, mientras que en las chicas predominaba la motivación de carácter relacional.
Un ejemplo de madurez en el uso de las tecnologías lo observamos en el estudio AdReaction: conectando generaciones de Kantar Millward Brown (2016). El informe concluye que más de la mitad de los jóvenes de la generación Z han instalado un sistema de bloqueo de publicidad en sus dispositivos.
En ese sentido, Waters y Ackerman (2011) examinaron las motivaciones percibidas y las consecuencias de la divulgación voluntaria de contenidos en Facebook en un grupo de universitarios. Los estudiantes respondieron que se animaron a usar Facebook porque percibieron que sus relaciones con amigos y familiares habían mejorado, aunque, señalaban que el uso de Facebook podía convertirse en un hábito negativo.
Más recientemente, el último Estudio sobre tendencias en redes sociales de Kantar Media (2018), señala que la generación Z es el grupo de población que ha expresado un mayor deseo de proteger sus datos en los perfiles de plataformas sociales. Existe una tendencia en los miembros de esta generación en el uso de alias o cuentas falsas donde solo desbloquean solicitudes de amigos. A la vez, aumenta el uso de aplicaciones que permiten ocultar ciertos contenidos o navegar de manera anónima en ciertas redes sociales. Se plantean pues, nuevas fórmulas para proteger la privacidad y la emergencia de los contenidos temporales, como las stories de Instagram o Facebook que desaparecen a las 24 horas de ser publicadas.