Resumen
El vacío y el ruído (o lo abigarrado) son dos antónimos que se dan la mano en la filmografía de Huo Hsia-hsien. Taiwanés perteneciente a la «Nueva ola» del cine de su país, su obra será una mirada formalista a la realidad de su patria desde la distancia que imponen sus lejanos encuadres, manteniendo, en muchas ocasiones, un punto de vista único. Retratista del pasado, Hsiao-Hsien se lanzará a partir de 2001 a reflexionar sobre el presente, con tres películas que conforman una trilogía informal sobre la juventud y su encaje en la sociedad actual. Una reflexión que se vuelve espacial y que desarrolla un lenguaje, unido a la postmodernidad, que va a generar un discurso a través de la relación de los sujetos y sus cuerpos con el campo visible e invisible del encuadre. Heredero de la tradición iconográfica china, de su pintura y su modo de representación, el vacío para Hsiao-Hsien será un elemento lleno de sentido que invitará a compartir al espectador, ofreciéndole un espacio para introducir su propia reflexión. Un vacío físico y espiritual que establecerá, a su vez, una dialéctica con el ruido y lo abigarrado de la sociedad actual, generando una tensión creativa que se transmite en cómo los cuerpos habitan, o no, el espacio cinematográfico vehículo de su discurso.
Abstract
The void and noise (or variegated) are two antonyms that come together in Huo Hsia-hsien’s cinema. A Taiwanese filmmaker who belongs to the «New Wave» of his country’s cinema, his films will be a formalist look at the reality of his country from the distance imposed by its distant frames, maintaining, on many occasions, a unique point of view. A portrait painter of the past, Hsiao-hsien will start in 2001 to reflect on the present, with three films that make up an informal trilogy on youth and its place in today’s society. A reflection that becomes spatial and develops a language, linked to postmodernity, that will generate a discourse through the relationship of the subjects and their bodies with the visible and invisible field of framing. Heir to the Chinese iconographic tradition, to his painting and his mode of representation, the void for Hsiao-hsien will be an element full of meaning that will invite the spectator to share, offering him a space to intrude his own reflection. A physical and spiritual emptiness that will establish, at the same time, a dilectic with the noise and the variegated of the current society, generating a creative tension that is transmitted in as the bodies inhabit, or not, the cinematographic space vehicle of its speech.
1. Introducción
La hipótesis de partida de este artículo es que el cine de Hou Hsiao-Hsien es capaz de construir un discurso audiovisual a través del espacio, a partir de la tensión/la dialéctica entre el vacío, presente en el encuadre de diferentes maneras, y el ruido o lo abigarrado (en el aspecto visual), como muestra de una sociedad fragmentaria, diluida y perdida frente a un pasado más claro, más diáfano; una posición con aparentes tintes conservadores, más desde la melancolía que de la ideología, como reflejo del pensamiento y los sentimientos del autor. Algo que confirma su habitual colaboradora y coguionista, Chu T’ien-wen, en una reflexión a propósito de la preparación y rodaje de Millenium Mambo:
Hou, por otro lado, ya tiene cincuenta años; ¿cómo puede entrar en su mundo? Todavía estoy en mis cuarenta, pero cuando miro a los jóvenes de hoy, realmente no puedo evitar estar en desacuerdo con muchas de las cosas que hacen. Su sistema de valores, sus estilos de vida están completamente en desacuerdo con los míos. Aunque Hou Hsiao-hsien se lleva muy bien con muchos de sus amigos más jóvenes, yo sé que, en el fondo, tiene profundas reservas sobre sus actitudes y estilos de vida. Pero Hou Hsiao-hsien tiene la capacidad de dejar sus opiniones a un lado y.… realmente se vincula con ellos (…) Hou Hsiao-hsien tiene sus propios valores y perspectivas, y ha sido muy difícil hacerlos coincidir con la energía de estos jóvenes (Berry, 2003: 704).
En este sentido, el cine de Hou Hsiao-Hsien entra en la posmodernidad como una forma de adaptar su narrativa en la búsqueda de la mejor forma de retratar esa sociedad posmoderna (o liquida) y, como ella, muestra características típicas de esta corriente: espacios fractales, autónomos frente al personaje; simulacros de narrativa y metanarrativa; fragmentos simultáneos o alternativos de géneros y estilos o simultaneidad de narración y descripción (Zavala, 2005).
Como una cuestión general, antes de entrar en materia de análisis hemos de señalar que el tema del espacio y su función como constructor de sentido y discurso no ha sido aún suficientemente tratado en la teoría y análisis cinematográfico. Así lo constataba el profesor Julio Sánchez Andrada en un artículo monográfico sobre el tema:
La teoría del relato debe rendir todavía una explicación adecuada y suficiente del espacio en la representación audiovisual. Quizá tenga que ver con tal carencia el hecho de que los estudios científicos del relato surgieran y se desarrollaran inicialmente en el campo de las investigaciones de raíz lingüística. El loable intento de generar una instrumentación conceptual capaz de afrontar con garantías científicas el análisis de la estructura profunda del relato no podía dar cabida entre los elementos constitutivos de éste a las determinaciones espaciales de la acción. Pero la causa, a mi entender, más profunda tiene que ver con el concepto de espacio que manejan la mayoría de los investigadores del relato, estructuralistas o no, y que parece derivada de las teorías científico-filosóficas de Clarke y Newton. Bajo esa perspectiva el espacio queda más allá de toda acción y, al mismo tiempo, ajeno a los seres que lo habitan: una concepción difícilmente sostenible no sólo desde la física moderna sino desde los actuales conocimientos de la fisiología y de la psicología (Sánchez Andrada, 2009: 281-282).
El prestigioso investigador francés François Jost y su compañero André Gaudreault complementan esta idea del profesor Sánchez Andrada al decir que «la unidad de base del relato cinematográfico, la imagen, es un significante eminentemente espacial (…) El cine presenta, a la vez, las acciones que constituyen el relato y el contexto en el que ocurren»; un planteamiento que concluyen con un contundente alegato a favor del espacio: «El carácter icónico del significante fílmico llega incluso a imponer al espacio una cierta forma de primacía sobre el tiempo» (Gaudreault y Jost, 2001: 87)
Pero más allá aún de estas reflexiones, entramos en el terreno que nos interesa y es la relación dialéctica entre el espacio y el personaje: el protagonista de esas acciones a las que se refería Jost y los «seres que lo habitan» de Andrada; algo esencial en el planteamiento sobre el vacío y lo abigarrado en Hou Hsiao-Hsien. En este sentido también nos son útiles las palabras de Domique Villain en su libro dedicado al encuadre cinematográfico. Según Villain «la pintura y el cine también tienen en común con la fotografía el hecho de que hacen figurar cuerpos dentro de espacios delimitados por un marco» (Villain, 1997: 111). Un planteamiento que se completa y supera con la reflexión de Julia Sabina Gutiérrez, especialista en el espacio de la narración cinematográfica. Según su criterio:
El espacio narrativo no tiene sentido si no está habitado por un personaje (…) El acto inaugural de un relato consiste en la puesta en relación dinámica entre un personaje y un espacio. Todo relato cuenta de manera explícita o alusiva la historia de un hombre y sus relaciones con el espacio ya que el personaje no puede transformarse ni llegar a ser otro sin el rol activo del espacio (Sabina Gutiérrez, 2018: 222).
Y en esta relación entre el espacio y el personaje está la clave del cine de Hou Hsiao-Hsien: la presencia o ausencia del personaje, el campo vacío o abarrotado de rostros y ruido son elementos dialécticos para ver la evolución de esos mismos personajes y, con ellos, de la sociedad taiwanesa. Hsiao-Hsien encuentra en el espacio y su dialéctica la forma de construir un discurso personal, postmoderno y único, que quiere emplear el vacío para transmitir la angustia existencial de sus personajes y el mundo moderno, en un discurso que traspasa y trasciende las barreras culturales y locales. Vayamos al análisis para verlo.