El estudio de la comunicación, en las sociedades modernas, es tan complejo como imprescindible para conocer lo que está fuera de nuestro entorno. La sociedad necesita unos modos de comunicación que le pongan en contacto con el mundo.
Pero el proceso de comunicación es un proceso que se da entre grupos humanos y por eso, la teoría de la comunicación y el propio concepto de comunicación que desarrollemos tendrá que basarse en un fundamento antropológico, tendrá que reflejar el concepto de hombre que tengamos. Desde Comunicación y Hombre ya explicitamos en la presentación del número 1 la apuesta difícil de comprometerse con la comunicación como proceso esencialmente humano (en la que el hombre nacido con el deseo de encontrar la verdad, busca sentido y respuestas auténticas a su vida) sin minusvalorar las dimensiones tecnológicas, sociológicas y positiva de las ciencias de la comunicación.
De ese concepto, dependerá cómo entendemos y vivimos la interrelación entre emisores y receptores, el mensaje intercambiado y las relaciones dinámicas entre los elementos del proceso de comunicación .
Comunicación y Hombre ha querido en su número 2 tratar el tema “Hacia una nueva Teoria de la Comunicación” donde de manera plural y rigurosa se produjera un debate acerca de los diferentes modos en los que el proceso de comunicación tiene lugar y de cómo se produce el diálogo entre emisor y receptor, diálogo al que ya Ángel Benito, catedrático de Teoría General de la Información, definió como “el conjunto de esfuerzos que se dan cita en el hecho informativo, en la búsqueda de la verdad”
¿Cómo es ese diálogo? ¿Existe diferencia entre la intención del emisor y la percepción del receptor? ¿Es justa la selección de la realidad tal y como se hace hoy en día? ¿Tienen los comunicadores la formación suficiente para realizar este proceso de comunicación? ¿Qué condicionantes tienen los medios? El estudioso canadiense Herbert Marshall McLuhan ya afirmó que la influencia del mensaje se debía más a la naturaleza del medio que al propio contenido del mensaje. Realmente, ¿esto es así?
Hemos invitado a participar en este número a dos auténticos maestros, el doctor Isidro Catela Marcos, director de la Oficina de Información de la Conferencia Episcopal Española y Profesor de la Universidad Pontificia de Salamanca que plantea un estudio muy interesante interpelándose la concepción de la comunicación como mera cuestión tecnológica y la necesidad de abordar la teoría de la comunicación desde el concepto de calidad, entendido éste como un término de profundas raíces morales que sitúa al hombre en el centro de nuestras preocupaciones comunicativas e informativas, y al doctor Gabriel Galdón, catedrático de periodismo de la Universidad CEU San Pablo, quien ofrece un magnífico paradigma informativo basado en un concepto de periodismo como saber prudencial.
Junto a ellos participan en este número profesores de diferentes Universidades que, con sus estudios e investigaciones han permitido que el número de Comunicación y Hombre, que a continuación presentamos, cumpla con creces ese objetivo inicial de nuestra publicación de aunar el rigor del pensamiento con el amor y la búsqueda honesta y compartida de la verdad.