1. Introducción
El Carnaval de Cádiz está ganando relevancia académica desde hace unos años. En 2018 se creó la Cátedra de Carnaval en la Universidad de Cádiz. Con este trabajo nos acercamos al carnaval para seguir mostrando un mundo de creatividad, expresividad y representación muy amplio. El Carnaval de Cádiz es creatividad, coplas, crítica y actualidad. Siempre es representación de la sociedad y de cualquier aspecto de la vida y comunicación, comunicación en todas sus facetas, incluyendo la comunicación no verbal, que es el tema del que trata este artículo.
Abordamos el tema contando con el testimonio de algunos de los protagonistas y autores de este fenómeno cultural. Unimos así los conocimientos de la participación en la fiesta con el desarrollo teórico y el ámbito académico. Intentamos equilibrar teoría y práctica con un estudio lo más completo posible que nos permita profundizar en el campo audiovisual, artístico e inclusive antropológico.
Recientes estudios han resaltado la importancia de las coplas y de las composiciones de las letras y músicas de este carnaval, afirmando incluso que forman un género litera- rio independiente (Páramo Fernández-Llamazares, 2017). Ciertamente, las coplas son la base del carnaval gaditano. Además, otras publicaciones (Fernández Jiménez, 2015) han destacado que habitualmente el humor y lo socialmente entendido como grosero o escatológico eclipsa su principal característica que es la creatividad. Para que se produzca el humorismo, la sorpresa o el efecto irrisorio deseado ha de existir creatividad, y las agrupaciones carnavalescas usan además de la palabra cantada otras herramientas audiovisuales para realizar la representación como es la comunicación no verbal.
[El COAC, Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas] se ha convertido en un espectáculo audiovisual lo cual, muchas veces ha resultado una crítica a las agrupaciones más modernas porque parece que aquí llevar un forillo negro da un plus de calidad y no es así necesariamente. Simplemente hay que adaptarse a los tiempos. Antes solo se escuchaba por la radio y se veía una foto al día siguiente en los periódicos, pero hoy día se retransmite en directo por televisión y está colgado en internet… Por lo tanto […], se ha convertido en un espectáculo audiovisual y lo que se ve en el Teatro son auténticas obras de arte por parte de los artesanos que te encuadran en un marco que hace que el espectador vea más creíble todavía la obra que has preparado. (Manuel Morera, 2018, declaraciones en el programa de radio Mira que te diga).
El Carnaval de Cádiz enriquece cada vez más a las artes escénicas y a la industria cultural, que no es otra cosa que el consumo de cultura (Sacaluga y Pérez, 2017). El carnaval y su peculiar modo de comunicación están muy vinculados con el humor y el humor es polifacético y hace pensar. Para hacer reír entran en juego multitud de elementos: es fundamental el contenido de lo que se está expresando, pero igual de importante es cómo se está expresando. Un ejemplo esclarecedor de la importancia de lo no verbal en la cultura y en el humor ha sido el caso del humorista malagueño «Chi- quito de la Calzada» cuya manera de expresar y representar la acción de los chistes lo convirtieron en emblema del humor en España.
El fenómeno de la glocalización se aprecia en las tradiciones de Andalucía. Hacer que una fiesta con arraigo local, en la que por ejemplo, se expanda una letra dedicada a un barrio de Cádiz pueda llegar a todas partes del mundo gracias al potencial comunicativo de las coplas y ayudadas por los medios de comunicación, es algo que en las últimas tres décadas viene sucediendo. Al igual que se expanden sus letras, en una so- ciedad en la que la imagen está en cualquier parte gracias a la red y los smartphones, la comunicación no verbal se expande igualmente y esta merece un estudio aparte, como es el presente trabajo.
Las agrupaciones del Carnaval de Cádiz están hechas para oírse y también para verse. Usar gestos para resolver alguna situación del repertorio no es algo nuevo ni influido en su totalidad por la televisión, idea asentada entre muchos aficionados y autores –que en ciertos momentos la influencia que ejerce la televisión en la interpretación es real–, pero ya en 1884 en la agrupación «Los Cocineros» hubo un caso de censura de una copla en la cual cantaban «El chocolate se hace así, así, así» (Ramos Santana, 2002). Es decir, lo no verbal siempre ha estado presente en las agrupaciones, pudiendo ser censurada una letra solo por los gestos que realizaba y estando la gracia en lo no verbal. Muchos seguidores del Carnaval de Cádiz, entiéndase del Concurso Oficial de Agrupaciones, siguen defendiendo el medio radiofónico como principal medio de comunicación, ya que les gusta imaginar el tipo y así prestar mayor atención al contenido de la letra sin «distracciones». Una opinión compartida por muchos, pero lo cierto es que cuando «va telón/van cortinas», se ve a la agrupación y el tipo aparece en escena es cuando cobra sentido el nombre a modo de acertijo que últimamente usan las agrupaciones e, inmediatamente después, queda fijado con el contenido de las letras. «La copla se canta con la chirigota parada, acompañándola con unos movimientos de brazos y de gestos que son la sal y la pimienta con que se adoban las letras. En mu- chas ocasiones el gesto dice más que la letra» (Solís, 1966, pp. 8-9). Esa «sal» y esa «pimienta» es lo que destacamos en este estudio como ingredientes fundamentales de estas creaciones.