El film Blade Runner es uno de los ejemplos más notorios en la ficción donde unos robots, con apariencia humana y construidos en laboratorios con parte de material genético, se postulan como sustitutos plausibles de las personas.
La comunicación en las pantallas desde los años 80 ha sufrido una aceleración masiva con la irrupción de los móviles y con la popularización de internet ; con esta aceleración se ha visto incrementada la aparición de alter egos digitales que han ido aumentando sus atributos y habilidades con el uso extendido de la inteligencia artificial.
Cuáles son las causas que han suscitado el interés o la necesidad humana de sustituirse a sí mismo; qué evidencias podemos encontrar de esto en diferentes medios de comunicación y finalmente qué consecuencias podrían empezar a esbozarse.
A través de diferentes aportaciones teóricas y ejemplos prácticos se concluye una progresiva presencia en crecimiento exponencial de la alienación humana a través de avatares, replicantes y sustitutos en las pantallas de los distintos medios de comunicación.