Resumen
La película Viridiana, dirigida por Luis Buñuel en 1961 otorga un papel protagonista a un grupo de mendigos, con unas características sociales y de comportamiento radicalmente distintas a las que la sociedad estaba acostumbrada a apreciar en este colectivo de marginados. A través del lenguaje, el director quiere demostrar la crueldad de algunos de los protagonistas, quienes se comportan de forma cínica para conseguir sus perversas intenciones, llegando incluso a la consecución de delitos tan graves como el crimen o el intento de violación. Buñuel desenmascara a los marginados para despojarles del papel dócil y sumiso que tenían hasta entonces.
Introducción
Luis Buñuel firmó en el año 1961 Viridiana, una de las películas más polémicas de la filmografía española del siglo XX y galardonada en el Festival Internacional de Cannes. El film está estructurado en dos partes bien diferenciadas, definidas tanto en el guion original como por las iniciativas tomadas durante el rodaje, con escenas y diálogos improvisados sobre la marcha.
Cuando Buñuel hace desaparecer de forma dramática al protagonista de la primera parte de la narración, entran en escena una serie de personajes que acaparan la atención del espectador y que decidirán con sus actitudes insolentes el final de la historia trágica.
El narrador trata de ofrecer dos versiones bien distintas del concepto de moralidad ante situaciones aparentemente semejantes y en un escenario común. Dos mundos contrapuestos, dos maneras bien distintas de entender la vida, dos sociedades superpuestas con roles bien diferenciados: desde la jerga para comunicarse hasta la forma de vestir o el valor que se le concede a determinados comportamientos sociales, con la fatalidad y la desdicha como desenlace final en las dos historias. Convergencia de situaciones, disimilitud en la responsabilidad, la actitud y las consecuencias.
La irrupción del elenco que protagoniza la segunda parte de la película modifica por completo el esquema inicial de la obra. La percepción que los personajes tienen de la propiedad, el respeto por los bienes ajenos, la caridad como actitud solidaria para con los desfavorecidos, la concepción moral de los valores como referente del ser humano, la humildad y cuantos comportamientos éticos definen al hombre, rueda por los suelo, en un afán por demostrar que los marginados sociales, portadores de todos los pecados capitales, son intrínsecamente perversos y no admiten reglas ni normas que les subyuguen. Autoexclusión e inadaptación como respuesta a un orden moral establecido que ellos detestan y que tratan a todas luces de socavar.
Este trabajo tiene como objeto analizar el comportamiento de los personajes objeto de estudio que protagonizan la segunda parte de Viridiana, y demostrar la perversión consciente de sus actitudes, su irracional comportamiento y su firme decisión de automarginarse, vulnerando toda norma de conducta moral, respeto al prójimo y comportamiento ético.