Resumen
Los servicios secretos de Franco establecieron un permanente seguimiento a los “curas rojos” y las parroquias más críticas con el Régimen, a través de una serie de informantes que daban cuenta de lo que se hacía y decía en determinadas iglesias. El resultado de esta vigilancia se puede ver a través de los Boletines de Situación, los informes semanales, estrictamente confidenciales, que elaboraba el Servicio Central de Documentación (SECED).